Los estándares SIM hasta la fecha (SIM, mini SIM, micro SIM y nano SIM) comparten la misma tecnología, variando únicamente la forma del plástico que lo rodea. No es difícil encontrar tarjetas con mayor o menor cantidad de contactos dorados, haciendo que sea más o menos ancho la parte que conecta con la placa del teléfono, pero la tecnología que funciona internamente (el “chip”) es el mismo, y por ello es totalmente compatible.
Es importante saber qué tarjeta SIM tenemos actualmente. Hace ya tiempo que quedó en desuso la forma SIM en la telefonía móvil, siendo más habitual la tarjeta mini SIM que todos conocemos.
Apple fue quien cambió e inauguró las micro SIM (y otros fabricantes siguieron de cerca por sus ventajas al reducir el espacio consumido en el interior del teléfono, dejando sitio para más componentes).
Ahora bien, la nano SIM no es más que una reducción al extremo de la tarjeta SIM, donde la parte visible está ocupada al cien por cien por los contactos del circuito.
Reducir una tarjeta a nano SIM es tarea fácil pero delicado, ya que en muchas ocasiones es necesario cortar parte de los contactos que sirven de conexión al teléfono. Hay herramientas especializadas que pueden automatizar el corte, sin embargo, gracias a la guía elaborada por Christian von der Ropp se puede hacer de manera casera con mínimo riesgo de daño.
Para proceder, se necesita lo siguiente:
- Guía de recorte a nano SIM de Christian von der Ropp
- Rotulador
- Celo
- Tijeras (se desaconseja el uso de un cúter)
- Lija
Con cinta adhesiva, fija tu tarjeta SIM al hueco correspondiente en
la guía. En nuestro caso, estamos utilizando una tarjeta mini SIM de
Pepephone, previamente recortada a micro SIM para un iPhone 4, y que
ahora recortamos al tamaño de nano SIM.
Al quedar fijado en la plantilla, las líneas del papel atraviesan
la tarjeta, simulando los cortes que se deben hacer para obtener el
tamaño correcto. Es importante fijarse bien: en el caso de la foto hay
que hacer hasta cinco cortes. Conviene, con un rotulador fino, hacer las
marcas para tener una guía de corte sobre la propia tarjeta. En nuestro
proceso decidimos recortar la guía alrededor y dejar un pequeño margen,
para afinar aún más el corte.
No hay que preocuparse por las marcas del rotulador ni el propio
corte. El rotulador no afectará al chip (se limpia después), y el corte
no afectará a su funcionamiento si se respetan las marcas. El resultado
debería ser similar a este:
Si todo ha ido bien, la tarjeta funcionará en cualquier terminal nano SIM, y con adaptadores, en cualquier otro terminal.
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