La fibra óptica se está expandiendo por toda España, y aunque seamos de los aficionados acérrimos al ADSL, lo cierto es que es cuestión de tiempo que acabemos pasándonos mayoritariamente al FTTH o fibra óptica,
dado que las velocidades de descarga y subida son mucho mayores y se
adaptan a las necesidades cada vez más potentes de los usuarios. Dado
que vivimos en la era del crecimiento de la fibra óptica, vamos a ver
cómo se crean las intraestructuras desde el propio operador, hasta la
toma que tenemos en casa.
Vamos a analizar cómo se empieza a trabajar en la instalación
de fibra óptica. Es decir, vamos a ver cómo se van instalando las
infraestructuras desde el mismo momento en que una operadora decide
llevar la fibra a un barrio o una zona concreta. Distinguimos tres fases
diferentes.
1- Inicio del despliegue de la fibra óptica
Aquí
podemos destacar dos elementos esenciales. Por un lado tenemos el punto
de compartición. Este punto es el primero que se instala. Las redes de
fibra óptica llegan en un solo cable que se va dividiendo en otros dos
iguales. Llegando a cubrir un máximo de 64 viviendas. Pues bien, el punto de compartición
es el lugar en el que se produce la última división. Este punto cubre
una zona de compartición, que puede ser todo un barrio o varias
manzanas, y todas las viviendas dentro de esa zona con acceso a fibra
óptica lo tienen a través de ese punto, sean de la operadora que sean.
De hecho, se llama de compartición porque todas las operadoras están
obligadas a pasar por ese punto.
En esta misma fase se produce la
distribución óptica, que consiste en instalar los cables necesarios para
conectar el punto de compartición y las viviendas. Esta instalación la
hace la operadora primera en llegar. Y después, puede alquilar esta
instalación a otras operadoras por un precio razonable.
2 - Despliegue en la zona
En
este punto lo más destacable es la caja terminal óptica. Se trata del
equipo que permite conecta los cables de fibra que llegan desde el punto
de compartición con la instalación interna del edificio. Por decirlo
así, en la primera fase se despliega la fibra por la calle,
y en la segunda fase cada edificio se conecta a la red que hay en esa
calle. Obviamente, lo hace por medio de los cables que hay desplegados.
Esta caja terminal óptica es la que conecta esa red externa que pasa por
la calle con la red interna del propio edificio. Suelen ser cajas
negras que se pueden ver a veces desde la calle, con forma de torpedo, y
relativamente grandes.
La caja de terminal óptica puede servir en
sí misma de punto de compartición si la vivienda con la que se va a
conectar es en realidad un edificio de varias plantas con una buena
cantidad de vecinos.
3- Llegada de los operadores
Lo más importante
en esta fase es la instalación de la central telefónica. En este caso,
puede ser de cualquier operador de fibra óptica. Es en esta central en
la que se instalan los OLT, y otros dispositivos que
sirven para dar acceso a los abonados. Desde este punto salen los cables
que acaban llegando a los puntos de compartición, por medio de
canalizaciones que pueden ser utilizadas por varios operadores. Además,
es durante este trayecto durante el cual se van dividiendo los cable en
dos, hasta llegar al punto de compartición que, como hemos dicho, es
donde se produce la última división.
4- Conexión final de los hogares
Ya
casi está todo el proceso realizado, solo falta lo más importante, el
contacto con los hogares de las personas. Esto se hace por medio de la
instalación del punto de terminación de red óptica (PTR-O), esta toma, o
roseta, está dentro de casa, y es donde termina la fibra óptica. Aquí
se suele conectar por medio de un cable de fibra el equipo ONT, que
convierte la señal de fibra óptica en una señal transportable por cobre,
para poder utilizarla con los dispositivos de casa.
En el blog oficial de la CMT
(Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones) podéis encontrar el
esquema completo con imágenes de cada uno de los componentes y equipos
involucrados.
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